bella inaudita de noche impasible
de zapatos negros
pupilas completamente dadas de sí
cansada como un río
vuelve a casa en la húmeda madrugada
de barrenderos y ruido
caminando con cianuro en los pies
al cerrar la puerta sórdida de su apartamento
baja las persianas y se tumba contenta
la soledad funciona en silencio
ahonda el abrazo que no está