las paredes que llevan al regreso
a la puerta que abriste al entrar
a la espiral de occidente
un limpio carnaval cosmopolita
de tronos falsos
al que no estabas invitado
sobrevives limpiando
las manos turbias de la aristocracia
que viste con tus pieles
van a fiestas y ríen
el remedio es la morfina esperante
el sudor del hábito sin grito
los meses te entierran el entusiasmo
los años desaparecen contigo
como huésped de un mundo prestado